18 de abril de 2009

¿Por qué nos toca aceptar ser sólo amigos? Y al saludarnos simplemente dar la mano, O conformarnos con un beso en la mejilla; Y hacer de cuenta que en tu vida no soy nada. Si eres la luz que iluminaba mi camino, eres mi pan y mi vino, tal vez mi sueño prohibido; ¿cómo arrancarte de mi vida, si no hay fuerzas? ¿Cómo olvidarte si he perdido la paciencia? ¿Cómo olvidarte si te pienso todo el tiempo? ¿Cómo borraré las huellas de tus alocados besos? ¿De qué me sirve que le demos tiempo al tiempo? Si ya está escrito el final de nuestra historia. ¿Cómo olvidarte si a cada paso que doy te maldigo y te bendigo pero siempre estás conmigo? ¿Cómo cerrar este capítulo en mi vida si no hago más que extrañarte vida mía? Cuantas llamadas contestaste y nadie quiso hablar, Cuantos suspiros se han ido tras tú recuerdo; ¿Cuántas miradas te han hablado sin decir palabra? Esto es difícil cuando el amor aún no acaba. Perdí la cuenta de las veces que le he hablado a Dios, Pidiéndole que por favor nunca me olvides. Mientras yo trato de olvidar esto imposible, Semi egoísta tal vez porque yo te amo. ¿Cómo olvidarte, cómo amigo? Cuando he tenido tú cuerpo; ¿Cómo olvidarte si te pienso todo el tiempo? ¿Cómo borrarle las huellas de mis alocados besos? ¿De qué me sirve que le demos tiempo al tiempo?

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Tiene veinte enemigas, dos amigas