13 de febrero de 2010

Él, que aunque sé que no es para mí quiero que lo sea. Él, que aunque sé que no me tendría que hacer feliz, lo hace. Él, que aunque pasa límites de edad no me importa que lo haga. Él, que aunque no lo conozco lo suficiente, logra que lo quiera. Él, que aunque no lo vea lo recuerdo. Él, que aunque esté lejos yo lo espero. Él, que aunque por suerte recuerda mi nombre yo tengo tatooado el suyo. Él, que aunque no es perfecto para mí lo es. Él, que aunque lleva consigo lo peor no me molesta. Él, que aunque nadie lo acepte yo lo quiero para mí. Él, que aunque es el equivocado creo que es el correcto.
Él, que aunque no está metido en las mejores cosas logra que lo quiera a mi lado. Él, que aunque me digan que me aleje que me va a hacer mal, yo no lo hago. Él, que aunque seguramente olvidó mis besos y rozó su boca con otra, yo espero verlo. Él, que aunque haga su vida muy aparte de la mía, quiero que forma parte de ella. Él, que aunque no es lo mejor, para mí lo es. Él, que tiene algo que hace que lo necesite. Él, que tiene algo consigo que hace que lo desee. Él, que tiene algo que hace que lo quiera acá, conmigo. Él, que tiene algo que hace que quiera formar un poco de mi vida a su lado. Él, que sin quererme hace que lo quiera. Él, que sin extrañarme hace que lo extrañe. Él, que sin necesitarme hace que lo necesite.
Hace ya un mes partiste de aquí. ¿Quién sabe por dónde andarás? ¿Quién sabe si no estás junto a mí en este instante? ¿Quién sabe si aún te acuerdas de mí? ¿Cuándo te volveré a ver? Me gustaría saberlo. Me gustaría saber por qué alguien no me advirtió lo que te pasaría. Soy joven aún para entender a la muerte, ella se lo lleva todo cuando se le plasca. Y hoy estoy sin vos, y así como se hicieron días y se convirtió en mes, también se convertirá en años. Años lejos de tí, años en los que viva momentos que me gustaría compartir con vos. ¿Por qué no podés volver? ¿No querés verme, es eso? ¿No querés volver? ¿No querés regresar aquí conmigo, con nosotros? Te extraño, ¿Sabías?. Te necesito, ¿Estás al tanto de las cosas? ¿Cuándo volveré a saludarte? ¿Cuándo volveré a verte frente a mí? ¿Cuándo creeré que te curaste por fín? ¿Por qué no me dijeron que prácticamente no tenías cura? ¿Por qué no me avisaron que tarde o temprano te ibas a ir? ¿Por qué no me contaron que iba a ser así? ¿Por qué me decían que estabas mejor si no era así? ¿POR QUÉ? ¿POR QUÉ NO PUEDO VERTE? ¿Por qué no te puedo sentir? ¿Por qué no te puedo tocar? ¿POR QUÉ NO PODÉS VENIR CONMIGO UN ÚLTIMO SEGUNDO? ¿POR QUÉ NO ME LLEVASTE CON VOS? ¿Por qué me dejaste acá? ¿Por qué te llevaron?
Te necesito abuelo, más de lo que cualquiera puede creer. Te quiero, aunque jamás lo demostré. Porque ya sabía lo que era perder a uno de los seres más queridos, no quería volver a vivirlo. PENSÉ QUE TE IBAS A CURAR. Pensé que AHORA ibas a estar todavía acá. Pensé que iba a poder verte todavía, porque ibas a estar acá con nosotros, conmigo. Ibas a estar acá, pero no estás. Ojalá puedas ver lo que te extraño, ojalá te dés cuenta en cada lágrima que cae lo que te quise y quiero. Es que no quiero creer que te perdí por siempre, no quiero caer en la realidad, me hace mal. No quiero que estés lejos, no quiero aceptar que partiste a otro mundo que desconozco, al cuál no tengo acceso. Volvé, por favor, volvé. No pido nada más que tenerte un sólo segundo al lado mío, otro segundo más al lado mío.
Fue tan fuerte esa llamada, ese instante en el que mi corazón se paró, ese instante en el que por segunda vez quise morir, quise irme de acá, quise conocer lo desconocido. Pensar que un par de días antes te tenía junto a mí, mirándome, hablándome. Extraño, ¿no? Imagina lo que fue para mí, creyendo que te ibas a mejorar, REZANDO para que estuvieras bien, para que te curaras por fín, para que se fuera ese momento malo que pasamos todos por tiempo, para que ya vos no sufrieras, para que vos ahora estuvieras acá y bien. No saben lo que duele el saber que no te tengo más, que no estás más, que no vas a volver. Que vas a hacer como hizo él, lo mismo, desaparecer hasta que la muerte diga cuándo me toca la hora la partir. Y verte y darte el abrazo que por años deseé darte, el abrazo que por tiempo guardé para vos, el abrazo que tuve que soñar, el abrazo que tuve que imaginar con vos.
Te tuve que imaginar en mis sueños, en mi vida, tuve que imaginar que todavía seguías vivo, tuve que soñar que todavía me querías, tuve que soñar que te veía, tuve que intentar sentirte, y sin embargo no apareciste. Te extraño.


13/01/10 ~ 13/02/10

12 de febrero de 2010

Y después de irte durante el tiempo que quisiste, vuelves.

¿Y se supone que debo seguir queriéndote como antes? ¿Se supone que tengo que desear verte? ¿Se supone que debo decirte que te extrañé cuando no fue así? ¿Qué se supone que haga ahora, si tengo a otro hombre conmigo? Ya olvidé el tiempo que pasé contigo. Trataré de olvidar que te quise como algo más que un conocido, que como un amigo. Ya olvidé que hace un mes eras el dueño de mi vida. Ya afronté que no podíamos estar juntos. Ya se me fue el amor por vos. Te quiero fuera de mi vida, no vuelvas a querer entrar en ella. No hace falta que me llenes de mentiras, ya no caigo. Ya no necesito tus besos, tus celos, tus caprichos para vivir, ya no necesito tenerte cerca para respirar, para poder ser feliz. Sos alguien más, no sos más que eso. Eres alguien que marcó un poco mi vida, pero la marca se borró con el paso de los días. Si quieres recuerda el tiempo que te quise, porque no va a volver. Ya me decidí a no quererte, y no voy a cambiar de opinión, esta vez no. No sé por qué motivo tuve que creerte, me mentiste tan fácil. Tan simplemente caí a tus pies, eras la razón de mi vida, pero dejaste de serla por suerte. Por fortuna él me hizo olvidarte, él hizo que lo quiera y que el amor por vos se fuera, así como lo hiciste tú.

No necesito ser la chica que ames para vivir, no necesito saber que me querés, no quiero saber si te importo. Ya no me influye tu persona, no sos como pensé que eras. Preguntas sobre mis amores, ¿Y qué quieres que te diga? Seguramente quieres oír, que no te pude olvidar, que te necesité, que lloré por verte, que eras lo único que quería, que te amaba y que aún lo hago, que quise que fueras sólo vos el hombre de mi vida, pero lamento decirte que de esta boca no lo vas a oír.

10 de febrero de 2010

Tal vez sea que lo quiero, tal vez sea por eso que quiero estar atada a él. Tal vez es por eso que creo que lo necesito, tal vez es por eso que lo veo y siento mil cosas a la vez. Tal vez es por eso que odio que se vaya, tal vez es por eso que siento que lo necesito a mi lado constantemente. Tal vez es por eso que lo extraño cuando lo tengo lejos, tal vez es por eso que pienso tanto en él. Tal vez es por eso que no lo quiero dejar ir, tal vez es por eso que no me quiero rendir.
Es extraño. Apenas lo veo siento un cosquilleo en mi vientre, siento tantas cosas que no son fáciles de explicar. A veces siento que no puedo estar sin él, y a veces pienso en qué haré para dejar de necesitarlo. A veces me pongo a pensar cuando sólo era un hombre más que me podía cruzar, ni siquiera dialogar, sólo verlo pasar como un hombre, como alguien lejano a mí, como alguien imposible para mí. Y hoy lo veo a mi lado, y es extraño. No me pregunten qué siento cuando se aleja, porque no quiero recordarlo. No quiero recordar los momentos en los cuales tengo que despedirme de él, cuando tengo que tomar un rumbo lejos del suyo, cuando
tengo que abrir paso a otro camino.
Creo que lo necesito
. Aunque sé que no tiene que estar presente en mi vida, quiero que lo esté. Quiero pasar momentos inolvidables a su lado, aunque sé que no es el indicado para mí, aunque sé que está muy lejos de serlo. Aunque sé que no soy para él la mujer perfecta, aunque sé que tal vez un día deje de ser lo que quiere a su lado, aunque que soy muy joven para estar con él, aunque sé que es muy grande para estar conmigo. A veces siento que lo quiero para mí y para nadie más. No lo quiero compartir, no me bastaría. El verlo cerca mío es una razón más para sonreir. El verlo feliz, verlo sonriendo, ver su expresión cuando aparezco, sentir su cuerpo cerca del mío, sentir su respiración en mi oído, sentir su boca rozar mis labios, sentirlo atado a mi vida y yo a la suya.
Parece un cuento de hadas tal vez relatado así, pero no lo es. No es nada semejado a lo grandioso que podría serlo. No es nada comparado con lo que podría ser. A veces siento que debo olvidarlo, aunque no quiera debo hacerlo, porque sería lo mejor. Si fuera conciente del daño que me hago, lo haría. Si fuera conciente de lo que puede llegar a suceder luego, lo haría. Si no fuera tan egoísta lo dejaría ir, así de la misma forma como en la que entró en mi vida. Es que es tan perfecto para mí, aunque sé muy bien que no lo es. Siento que roza la perfección, aunque no está ni cerca de estarlo. Es el ejemplo perfecto de persona a la cuál no se debe querer, sólo por el hecho de no pasar un mal rato. Es sólo que su bienestar lo pongo como cosa primordial, no me importa ya el mío, sólo él. Sólo es él, sólo con él soy feliz, sólo con su voz, con sus ojos, su pelo, su cuerpo. Sólo él es lo que necesito para estar bien, no pido más que tenerlo por siempre a mi lado, sólo eso.
Nadie me habla de ti, sin embargo te extraño, no me resigno a olvidarte aunque pasen los años. ¿Qué será de ti? ¿Por dónde andarás? ¿A qué distancia te encuentras de mi soledad? Cómo quisiera saber si es que aún me recuerdas, si has preguntado por mí, si te duele mi ausencia. Qué ha cambiado en ti y en tu corazón, cómo ha seguido tu vida después de mi amor. En otros brazos un día dejé mi destino, sin encontrar la manera de echarte al olvido. Mis ojos son sólo para ti, tu sabor y tu perfume quedaron en mí. Desde que no estás aquí sólo me habita el dolor, se me va la vida sin saber de ti amor.

Tiene veinte enemigas, dos amigas