5 de marzo de 2010

Si tú te atreves por mi vida que te sigo, si tú me olvidas te prometo que te olvido. Después de todo sólo queda un sueño roto y evitamos mil heridas que jamás podrían cerrar. Si tú te atreves yo renuncio al paraíso, amar contigo, a soñarte a que me sueñes. Y al fin y al cabo más que a nadie nos queremos, son pasiones ya tan fuertes que lo nuestro hay que olvidarlo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Tiene veinte enemigas, dos amigas