7 de marzo de 2010

Pero tú me miras con un gesto indiferente, me condenas a ser otra más entre tu gente. Me miras de frente y me dices "Dios te bendiga", ni que Dios hubiera bendecido mi vida. De repente pides que me aleje y no imaginas lo que yo daría porque me pidas que me quede. Cambiaría todos mis errores del pasado y hago lo que quieras porque sabes que te amo. Pídeme que olvide mis recuerdos de primaria, pídeme que niegue el sol que asoma a mi ventana. Pídeme que niegue a todo el mundo que te amo y yo intentaré tapar el sol con una mano. Pero no me pidas que te olvide porque sabes que no puedo. Y ahora que me pides que te abrace, se te olvida que llevas las manos ocupadas de inocencia. Te me robas la mitad del alma, de mi vida. Te me llevas todo sin querer, en mi presencia. ¿Qué es lo que has hecho que te veo tan diferente? Despertaste otro hombre que tenías escondido. Mañana no podré mirar igual a la gente, gracias a esa historia que le dejas a mi vida.

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Tiene veinte enemigas, dos amigas