1 de febrero de 2010

Porque todavía no entiendo qué me pasa con aquel hombre. Lo veo y es sólo él, no necesito más. No necesito a otro chico para besar, para acariciar, para amar. No necesito a nadie más, lo quiero a él. Lo necesito a él. Lo quiero conmigo y aunque sea mi amigo, lo amo como jamás amé a nadie. Algunos se preguntan si... no se puede amar a dos personas a la vez, y puedo asegurar que sí. Ayer y hoy puedo asegurar que sí, que aunque lo intenté, no los pude borrar de mi cabeza, que no pude olvidar sus besos, que sus nombres están tatooados en mi mente. Parece loco, pero es real y es amor. No lo olvidé, aunque creí que sí. Y creo que lo amaría toda la eternidad. Lo tendría a mi lado, de mi mano, lo cuidaría, lo acariciaría, lo querría por siempre. Daría lo que fuera por volver a esos tiempos en los que no importaba nada más que nosotros dos, más que él, más que yo. Daría mi vida por volver a esos tiempos y cambiar el destino, daría lo que fuera porque pueda ser sólo mío y yo de él. Es mi dueño, es mi amor y aunque otro esté destinado en mi corazón yo no lo olvido, no lo saco de mi mente un segundo. No existe el olvido, hoy lo asumo. Lo amé, lo amo y lo amaré. Él me hace amarlo, así tal cuál es, lo amo y lo acepto como quiera ser él. Es amor, ¿qué más puedo pedir que tenerlo conmigo para siempre? Poder abrazarlo, besarlo, adorarlo mientras duerme, y mientras somos felices amándonos. Mientras me mira, me besa, mientras me tiene de su mano, mientras acaricia mi pelo, mientras soy suya, mientras es mío.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Tiene veinte enemigas, dos amigas