7 de diciembre de 2009
Porque ya lo sé, ya sé que él no se derrite cuando yo lo toco, que no le va el corazón a mil cuando le hablo, que no se muere si le digo que lo quiero, porque ya sé que no quiere, que no me ama. Porque ya sé que cuando no estoy no me extraña, porque ya sé que podría vivir su vida entera sin acordarse siquiera que existo, porque es él. Lo que daría por pensar que no existe, que hay otras personas por conocer, que no hace falta pensar en él todo mi día, que no hace falta extrañarlo siempre, porque quiero acordarme que no hace falta que sus manos me toquen para que sea feliz, que no hace falta que esté cerca mío para que yo pueda respirar, que no hace falta amarlo como lo amo.
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Tiene veinte enemigas, dos amigas
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