16 de septiembre de 2009

No sé que le pasó a tu amor, aunque yo sé que te mentí. El príncipe que había en tí, de pronto desapareció, yo sé que fue mi culpa. Entiende yo sé que fallé, te juro, no fue mi intención. Sólamente quiero decir que se ha ido mi pasión y qué, me estoy muriendo. Yo no comprendo por qué me tratas así. Yo me estoy muriendo, regresa que yo sigo aquí. Yo me estoy muriendo, sabiendo que te amo te burlas de mí. Yo me estoy muriendo, yo no he podido olvidarme de tí. Yo quiero confesarte, que en estos últimos meses las cosas no andan bien, no ha sido como otras veces; la furia me enloquece, hasta el punto en que aborrece. La angustia crece, y lo que me estremece es el frío de esta soledad y mi cama vacía. Recordando con lujuria cuando yo te hacía mío. A conciencia, te fallé, lo siento fue culpa mía. Y la misma conciencia me recuerda cuando decía que no me fuera, que no lo dejara solito. Que comprendiera que no es fácil estar solo. Y que entendiera que cuando el alma grita, es que necesita. Por que se siente solita. Y fui a la habitación, y en la cama ví tú sombra, y esa misma cama es la que a gritos te nombra. No se acostumbra a no sentirte en la alfombra. La luz no alumbra, y el que no llames me asombra. Y ahora estoy sóla y a veces no me controlo. Me olvido del protocolo y me descontrolo. Soy como un ave sin vuelo, como una estrella sin cielo. Me enfermo llena de celos, y sólo yo busco una esperanza con el alma en coma. Y no entiendo al corazón porque me habla en otro idioma. Quisiera hacerte un poema, sentada en la cama. Bajo la luz de la luna, dejo que el dolor me coma.#

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Tiene veinte enemigas, dos amigas