Nene, la verdad que cuando te fuiste mi corazón quedó desecho, me quedé muy triste, pero pasó el tiempo y yo te pude olvidar y el dolor de mi alma, al fín pude sanar. Ahora me doy cuenta que no te necesito, gracias a mis amigos no te extraño ni un poquito. No hace falta que me abraces y me llenes de besitos, porque ahora está libre y feliz mi corazoncito. ¿Viste? pasó el tiempo, se dan vuelta las cosas, yo ya no te extraño, vos sos el cargoso. Y hay algo que es verdad y que vos ya lo sabés; te conocí siendo un niño y te dejé hecho un hombre. Y aunque me quieras dar celos a mí no importa, siempre seré tu amor, no me bajo de mi soga. Acordate de esa hoja que me escribiste vos, en donde me decías que tu amor soy yo. Ya no sos mi vida, ya no sos mi amor, ya no sos la dulce vida de mi corazón. Hoy me asombra saber que ayer me dolió ganar en este juego que perdiste vos. Que seas feliz si tienes un nuevo amor, no te guardo rencor; te deseo lo mejor. Y a esa chiquilina sería entendible que con tal de olvidarme le pidas cosas imposibles, que te bese en un lugar, donde no lo hice yo. Te haga llorar en la cama haciéndote el amor. Podés pedirle tal vez que te enseñe a sentir, que te diga: Cerrá los ojos, y de amor te haga morir. Que te abrace por la espalda acariciándote el pelo, cuando esté dentro tuyo te haga sentir el cielo. Imposible que olvides esos momentos de pasión, todo lo que hacés con ella, a vos te lo enseñé yo. Por eso, nunca más salgo de tu corazón porque yo marqué tu vida, y esa marca vive en vos. Ahora que nos alejamos cada cuál por su camino, es imposible volver; porque ese fue nuestro destino; Y sé que es imposible también lo que te pido, seguir como si no existiera todo lo que hemos vivido. Ya no sos mi vida, ya no sos mi amor, ya no sos la dulce vida de mi corazón. Hoy me asombra saber que ayer me dolió ganar en este juego que perdiste vos.