21 de agosto de 2009

Escapó una noche de un bostezo de sol, me pediste que te diera un beso. Con lo baratos que salen mi amor ¿Qué te cuesta callarme con uno de esos? Pasaron tres meses y me dijiste adiós, un placer coincidir en esta vida. Ahí me quedé, en una mano el corazón, y en la otra las excusas que ni tú entendías. Y es que empiezo a pensar que el amor verdadero es tan sólo el primero. Y es que empiezo a sospechar que los demás son sólo para olvidar.

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